Noveno día: Vuelta a casa (¿ Por qué no seguir viajando?)

Como siempre, lo bueno se hace esperar; he dejado que pasara algo de tiempo hasta escribir la última crónica del viaje por Castilla, en parte por pereza y en parte para reestructurar las ideas y recuerdos de las rutas que han sido muchos y variados y que a su debido tiempo usaré como material para un relato sobre esta experiencia vital de viajar en Vespa.



El sábado 10 de febrero este peregrinar por Castilla y León estaba a punto de tocar a su fin, esa mañana me levanté pronto para preparar el equipaje y para visitar algunos de los rincones más pintorescos de Soria. Estuve primero en la Plaza Mayor, un simpático e íntimo lugar que dice mucho del sentir de la provincia, pequeños pero a la vez grandes; tras atravesar la calle principal emprendí el camino paralelo al rio Duero hacia la Ermita de San Saturio, fuente de inspiración del poeta Antonio Machado, no es para menos. recomiendo visitar este lugar a primera hora de la mañana, es un lugar tranquilo para pasear o para detenerse a observar la naturaleza en torno al cauce del rio.


Despues volví a la ciudad y estuve en la Alameda de Cervantes, un parque de gran extensión con grandes jardines situado en el centro de la capital soriana, una gozada en primavera!. Tras un suculento almuerzo volví a casa de mis amigas a recoger mis cosas para encontrarme con el que iba a ser mi compañero de ruta, Jaime Trascasa, más conocido entre los aficionados a estos trastos antiguos como 109, en honor a un mítico modelo de Land Rover, todo un Made in Spain.


Doce de la mañana, salimos rumbo a Calatañazor por la N-122, la carretera de la polémica, en un futuro autovía, en la actualidad un peligro. Tuve ocasión de comprobar esto cuando de repente un camión portugués me adelanto con línea continua y me llevo hacia el guardarail, desestabilizándome, estando a punto de caerme. Acto seguido llamé a la Guardia Civil de Tráfico para que tuviera constancia de lo sucedido. Una vez más, se confirma mi teoría, para conducir con la vespa lo mejor son las carreteras secundarias.


Antes de llegar a Calatañazor, tras romper el segundo cable de velocímetro de la ruta, tuve ocasión de comprobar las habilidades de Jaime en el barro con la vespa. La ruta lo exigía como entrenamiento ya que durante el camino ibamos a pisar alguna que otra pista de tierra dentro del monte y en cmapo abierto; además todos los pueblos de la zona son de calles empedradas o sin asfaltar con lo que las motos acabaron bastante sucias y polvorientas, (como los pilotos).

Llegamos a calatañazor, subimos a su castillo y allí, con un viento fuerte y a veces desafiante retratamos los tejados de las casas de piedra con esas chimeneas tan caracterísiticas que, según me comento Jaime, tenían esa forma para ser usadas en el ahumado de embutidos y otros alimentos.


Despues fuimos dirección Muriel de la Fuente pasando por el Sabinar de Calatañazor,- dicen los de por aquí que es el más grande de Europa-, hasta llegar a La Fuentona, también llamada Ojo de Mar, lugar donde nace el rio Abión. He de decir que las fotos tomadas allí desmerecen el verdadero paisaje visto, es increible el color del agua y el aire que se respira allí!!!.


El hambre era patente en nuestros estómagos, así que tras un repostaje de la Sacrifais y atravesar unos kilometros de bosque por caminos de tierra nos encaminamos hacia el cañón del rio Lobos, más concretamente al pequeño pueblo de Ucero, donde después nos comeríamos unos suculentos bocadillos de los que quitan el hipo.


Jaime decidió hacer la digestión con una sesión de cuidadosas tumbadas en la vacia carretera de montaña que une Ucero con Casarejos, justo antes de un pequeño mirador en lo alto del Cañón. ya en San Leonardo de Yague, pueblo maderero y serrano por excelencia decidimos poner rumbo hacia la provincia de Burgos tomando una carretera que une este pueblo con Peñaranda de Duero pasando por Santa María de las Hoyas y Alcoba de la Torre.


Llegando a Guijosa se me ocurrió parar para buscar a una persona que conocí un mes antes en ese mismo lugar de modo casual, se trata de Martín, un señor de 82 años que trabajó como pintor en la ya desaparecida fábrica de Motovespa en la calle Julián Camarillo, en el distrito de Ciudad Lineal en Madrid. Comenzó a trabajar allí en 1953, cuando se empezaban a fabricar las famosas y cotizadas vespas de faro bajo, a razón de 5 al día!!!, estuvo de pintor hasta el año 1985, y pintó posiblemente alguna de nuestras vespas y multitud de vespinos que sólo San Corradino sabe donde estarán. Para mi este encuentro tuvo mucho de especial ya que prometí a Martín que regresaría a su pueblo montado en Vespa, ninguno de los dos pensamos que fuera tan pronto. Para verano iré a Guijosa para hacerle una pequeña entrevista, ver sus fotos y escuchar parte de la historia de un hito en la automoción española, la Vespa...de Motovespa.


Ya quedaba menos, los últimos 20 kilometros desde Peñaranda de Duero se me hicieron interminables; hubo foto de rigor en los carteles de los límites provinciales como le prometí a Jaime antes de partir y, cómo no, me retraté con la Sacrifais a la llegada a Aranda.

La foto final frente a la Iglesia de Santa María junto a Jaime da testimonio de que, una vez más la buena mano en la mecánica de los expertos, Jaime Trascasa y Pablo Carrasco, junto con el apoyo de la gente a través de Vespania y los medios de comunicación locales (Punto radio, Cadena Ser, Diario de Burgos, DiariodelaRibera.net, Dueronline.com) han servido para hacer realidad un sueño: viajar en Vespa para conocer Castilla y León. Un proyecto en solitario pero con multitud de personas detrás, gracias a todos, sin vosotros esto no sería posible.

Soy Javier Herrera, ningún héroe, no he hecho ninguna hazaña, sólo he cumplido un sueño, por pequeño que sea es el mio, os animo a que hagais realidad los vuestros.

Un saludo a todos y espero que os gusten las fotos que os dejo a continuación.

Buen viaje

Javier Herrera (Pontedera)

Plaza Mayor de Soria.

Sacrifais, el Duero y la ermita de San Saturio (Soria)


A las puertas de la Alameda de Cervantes.


Jaime 109 y sus dotes para levantar el barro.



No comment Castillo de Calatañazor (Soria)


Castillo de Calatañazor.


Vistas desde el Castillo de Calatañazor.



Las peculiares chimeneas de Calatañazor.


Muhammad Ibn Abï Amir más conocido como Almanzor.


Mickey custodiando al Txunga, su dueño al fondo.



El gran Sabinar de Calatañazor.


La Fuentona, Muriel de la Fuente (Soria).


Sesión de tumbadas.




El gran Cañón del Rio Lobos (Soria)


Con Martín pintor de Motovespa en Guijosa, junto a él Jaime Trascasa.


Por fin en casa!!



Misión cumplida.